MESTIZAJE, BARBARIE Y CIVILIZACIÓN
El mestizaje en América Latina
Raza y cultura
Paideuma e identidad
El genio de las culturas
Tecnofobia y tecnotropismo
Bárbaros y civilizados
Personalidad realizadora y capital social
La escala mundial del tecnotropismo
El balance de coloniaje y mestización

"Los valores de una cultura son revelados por las elecciones realmente hechas -y los sacrificios soportados- al perseguir determinados objetivos a expensas de otros. El hecho que muchos grupos diferentes consideren deseables las mismas cosas no significa que existan estructuras similares de respuesta cuando enfrentan realmente los inevitables sacrificios del mundo real (..) Educación y seguridad personal pueden valorarse en un amplio espectro de seres humanos en una gran variedad de culturas, pero lo que están dispuestos a hacer -a sacrificar-en pro de esos objetivos varía enormemente."
(Sowell, S-55, p. 9)


      Aclarada la trascendencia y las limitaciones de la identidad de los grupos humanos para determinar su comportamiento social resta explicar por qué hay identidades implantadas sólidamente en una comunidad sin que ésta registre éxitos en la carrera de la civilización moderna. Una vez más la diferencia es cualitativa y sutil entre una cultura tecnotrópica permeable al conocimiento, formadora de instituciones eficaces para el funcionamiento de la tecnociencia y sus aplicaciones o, por el contrario, una que no favorezca esos desarrollos.

"...(el análisis debe subrayar) la creatividad, las destrezas específicas, la propensión al ahorro, los hábitos de trabajo, emprendimiento, hacia la educación y las empresas, en síntesis, lo que los economistas llaman "capital humano" (..) Es difícil manipularlos en el corto plazo, porque se fundan en tradiciones, actitudes, sabiduría y elgrado de tolerancia heredados del pasado.
Es más fácil políticamente destruir capital social persiguiendo, expulsando, confiscando los bienes o recortando la actividad de los grupos de avanzada, generalmente minorías (desde la expulsión de judíos y árabes españoles en 1492, hasta el exilio de los hindúes y pakistaníes de Uganda, en 1973, los ejemplos son incontables), que inducir cambios modernizantes en los grupos tradicionales (generalmente infraestructuras mayoritarias)."
(Sowell, S-55, p. XII)

     Por lo tanto, evaluar los méritos o las cartas de triunfo con que cuenta una comunidad para avanzar rápidamente en el aprovechamiento del progreso científico, además de una identidad coherente y sólida, exige evaluar la acumulación histórica de capital social en forma de personalidades realizadoras y de la organización institucional adecuadas. Clasificar las identidades grupales en forma que tome en cuenta estos factores cruciales requerirá interpretar los limitantes de la conducta que actúan en ellas.

Las identidades tecnófobas

"En un mundo económico, social y político racional y previsible, el triunfo en cada aspecto es fruto del mayor esfuerzo, capacidad, tenacidad o previsión, y como los criterios y las reglas de juego son universales, estables e iguales para todos, todos ven el triunfo como justo. En un mundo arbitrario e imprevisible todo se ve como resultado del azar, del favoritismo o de las malas artes y, por lo tanto, como injusto.
Nadie queda satisfecho, y todos quieren ocupar la posición del privilegiado sin esfuerzo y sin méritos (..) su victoria no es una conquista que pasa al haber común, sino el botín individual de un desertor que ha borrado las huellas."
(Miguens, M-59, p. 33)

     Encontraremos identidades grupales coherentes y sin conflictos internos, pero invadidas por rasgos culturales poco proclives al aprovechamiento de los adelantos de las ciencias, las técnicas y las formas de organización modernas, lo que las hace ir perdiendo posiciones en la carrera del progreso. Estos grupos humanos se mantienen inmutables y serenos en su primitivismo, movidos por valores y tendencias que asignan bajo valor al desarrollo tecnocientífico, al desarrollo industrial y al crecimiento económico, privilegiando, por el contrario, valores espirituales o religiosos de otro orden.
     Aún sin ir al extremo de los pueblos que se conservan irrecuperablemente arcaicos, es fácil identificar, desde comunidades y grupos monásticos, como los tibetanos, ciertos cristianos(1) e hindúes, hasta países enteros en los que imperan leyes religiosas como en los regidos por fundamentalistas mahometanos, en los cuales, componentes emocionales importantes de la personalidad individual y colectiva tienen carácter tecnófobo, en forma que sólo permite un lento avance en las fases modernas de la civilización. Ello va acompañado de profunda frustración en los sectores sociales que, por mero patriotismo, por reivindicaciones políticas que los enfrentan con otros pueblos, o por simple emulación y codicia, viven envidiando los avances de los más veloces.
La globalización característica del mundo presente resultante, a su vez, de los enormes avances de la tecnociencia, hacen cada día más y más dificil a las culturas mantenerse aisladas dentro de su propio contexto. La explosión de expectativas que provoca en las masas subdesarrolladas el contacto cotidiano con las imágenes del mundo desarrollado, rico y poderoso, tiene un efecto tantalizador. Lo cierto es, no obstante, que dichas imágenes provocan ansiedad y deseos frustrados pero en muchos casos no aciertan a inducir los grandes ajustes en valores y actitudes preciados y en las instituciones tradicionales que permitirían acelerar la marcha histórica.

Las identidades tecnotrópicas

"Las condiciones de los países desarrollados son tales que (..) la matriz social hace posible al desarrollo económico o, cuando no lo hace posible, se reajusta prontamente con objeto de no poner demasiados obstáculos al avance."
(Myrdal, M-86, p. 26)

     En otras comunidades de identidad firme -y ese tipo es el más raro y el que concita mayores emulaciones y envidias- las identidades sólidas van acompañadas de valores y actitudes tecnotrópicos, los que actúan potenciados por un funcionamiento coherente, arraigado en su pasado, conforme con su presente y confiado en su porvenir. En ellas, los cambios de factores culturales y las modificaciones de las instituciones para hacerlas cada vez más eficaces, a través de mecanismos sociales y políticos conducentes, se han hecho habituales y aceptados ya desde hace mucho tiempo. En general los factores pretecnotrópicos han venido actuando desde hace siglos. Sólo reconocen fluctuaciones, con algunos instantes- gatillo, en los cuales se acumulan en períodos breves marcadas transformaciones, verdaderos saltos históricos, los que pueden ser hechos hacia atrás o hacia adelante.
     La coherencia de su identidad con predominio de caracteres racionales les permite encarar proyectos solidarios y enfrentar en bloque a sus adversarios ocasionales, pero, además, fundamentalmente, reunir las condiciones de riqueza en capital social, psicología realizadora y virtudes tecnotrópicas que las mantienen avanzando en la vanguardia del desenvolvimiento de ciencias y técnicas.

Notas al pie

(1) Algunos grupos cristianos rechazan en forma absoluta recibir atención médica moderna como las transfusiones y muchas formas de cirugía. Otras siguen cultivando la tierra absteniéndose de utilizar maquinaria motorizada.